Grover: negrita
Enebro: cursiva
¡Soy marido!
Y yo mujer, no te olvides... ¡Cuéntales cómo fue la boda, pezuñitas! Explica lo de las fuentes, el vino, las rosas, las fresas, el pastel, la fuente de chocolate...
Voy, voy... Enebro y yo nos casamos ayer, y nos casamos con un rito ninfal.
Si lo dices así parece poco menos que una ceremonia mega preparada, pero fue sencilla, como me gusta a mí.
Los testigos de boda fueron Percy y Thalia, y ya está.
No, en serio... Cuéntales cómo fue.
De acuerdo... Enebro se vistió de blanco, con un traje precioso y una diadema plateada. Yo, por mi parte, me puse un esmoquin (sólo la parte de arriba) Llegamos al claro del consejo de los Sabios Ungulados, donde todo el Campamento Mestizo (y parte del romano) estaba esperando. Habían decorado el claro con rosas rojas, y enredaderas llenas de uvas colgaban de las ramas de los árboles. En el centro del claro estaba Dakota.
Antiguamente la boda se celebraba por una sacerdotisa o sacerdote de Dioniso, pero con la modernización tuvimos que utilizar a un hijo suyo. Por suerte, no estaba borracho.La ceremonia fue muy bien, con algunas lágrimas por el lado femenino de los espectadores y sí, algunos semidioses también lloraron de emoción.
Bah, los hombres no lloramos.
Díselo a tu tío Julius.
Humm... Continúa.
Luego nos intercambiamos los anillos, dimos el sí y comimos tarta azul. Mucha tarta azul
Demasiada. Aún me duele la barriga.
En fin, que fue perfecto. No sabemos a dónde nos iremos de luna de miel, pero estamos entre Japón, Australia y Hawaii.
Dicen que en Hawaii hay latas muy sabrosas.
Va, apaga el ordenador. ¿Cómo puedes pensar en latas después del atracón de pastel que te has pegado?
No me lo recuerdes.
Buenas noches...
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